Y sin embargo hay una luz, una voz, un perfume, un alimento, un abrazo que amo cuando amo a Dios: es la luz, la voz,el perfume, el abrazo, el alimento del hombre interior que está en mí.
Dios es una palabra de cuatro letras. Utilizar o no una palabra, ¿qué importancia tiene? Hay que vivir en Dios, se rece o no.
Se puede olvidar a Dios en los días felices, pero cuando el infortunio llega, siempre es preciso volver a él.
Temo a Dios, y después de Dios temo principalmente al que no le teme.
Ponderemos pérdidas y beneficios y tomemos el partido de que Dios existe. Si ganas, lo ganáis todo; si pierdes, no pierdes nada. Apuesta pues, sin vacilar, por su existencia.
A todo hombre le es concedido conocerse a sí mismo y meditar sabiamente.
Dios es día y noche, invierno y verano, guerra y paz, abundancia y hambre.
La enfermedad hace buena y agradable la salud, el hambre a la saciedad, el trabajo al reposo.
El camino recto y el rodeo son un único y mismo camino.
Los hombres despiertos no tienen más que un mundo, pero los hombres dormidos tienen cada uno su mundo.