Tal vez el mundo sería algo más habitable si supiéramos cómo reunir las palabras que van errando por aquí y por allá.
El mundo es infinito no sólo en todas las direcciones del espacio, sino también en sus verdades.
Yo os digo: es preciso llevar dentro de uno mismo un caos para poder poner en el mundo una estrella.
El mundo pertenece al entusiasta que permanece tranquilo.
El mundo es un absurdo animado que rueda en el vacío para asombro de sus habitantes.
Cualquier mujer que entienda los problemas de llevar una casa está muy cerca de entender los de llevar un país.
Vivimos en la era de la televisión. Una sola toma de una enfermera bonita ayudando a un viejo a salir de una sala dice más que todas las estadísticas sanitarias.
En cuanto se concede a la mujer la igualdad con el hombre, se vuelve superior a él.
La misión de lo políticos no es la de gustar a todo el mundo.
Nadie recordaría al buen samaritano, si además de buenas intenciones no hubiera tenido dinero.