Los que desean la guerra, la preparan y por medio de vagas promesas de una paz venidera o creando el miedo a invasiones intentan convertirnos en colaboradores de sus planes, son amenaza para nuestro mundo y para cualquier tipo de paz.
No sé con qué armas se luchará en la tercera Guerra Mundial, pero sí sé con cuáles lo harán en la cuarta Guerra Mundial: Palos y piedras.
Las victorias de los pueblos siempre son debidas a la inteligencia de los generales y al valor de los soldados; y las derrotas a la fatalidad.
La guerra es la mayor plaga que puede afligir a la humanidad. Destruye la religión, destruye los Estados, destruye las familias. Cualquier calamidad es preferible a ésta.
La fuerza y el engaño son, en la guerra, las dos virtudes cardinales.
La historia me absolverá
Y si alguna de las cosas que decimos las explota el enemigo y nos producen profunda vergüenza, ¡¡bienvenida sea la vergüenza!!... ¡¡bienvenida sea la pena!!, si sabemos convertir la vergüenza en fuerza, si sabemos convertir la vergüenza en espíritu de trabajo, si sabemos convertir la vergüenza en dignidad, si sabemos convertir la vergüenza en moral
Si salgo llego, si llego entro, si entro triunfo
Las ideas no necesitan ni de las armas, en la medida en que sean capaces de conquistar a las grandes masas
Nos acompaña la convicción más profunda de que las ideas pueden más que las armas por sofisticadas y poderosas que éstas sean