Cuando se quiere ser agradable en sociedad es preciso resolverse a permitir que muchas cosas que sabemos nos sean enseñadas por personas que las ignoran.
Los hombres vulgares han inventado la vida de sociedad porque les es más fácil soportar a los demás que soportarse a sí mismos.
La sociedad está compuesta de dos grandes clases: los que tienen más comida que apetito y lo que tienen más apetito que comida.
La sociedad es como el aire, necesario para respirar, pero no suficiente para vivir.
A una colectividad se le engaña siempre mejor que a un hombre.
Mientras que el corazón tiene deseo, la imaginación conserva ilusiones.
Para borrar nuestras faltas a los ojos de los hombres son precisos torrentes de sangre; pero ante dios basta una sola lágrima
Nada hay en la vida tan bello, tan grato y tan grande como las cosas misteriosas
¿Qué es el amor?. Es la locura de la amistad
La verdadera felicidad cuesta poco; si es cara, no es de buena clase