No hay camino para la paz; la paz es el camino.
Bienaventurados los pacíficos, porque ellos serán llamados los Hijos de Dios.
La paz no se escribe con letras de sangre, sino con la inteligencia y el corazón.
La paz comienza con una sonrisa.
Que tu pensamiento no rebase el tiempo presente; he aquí el secreto de la paz.
La concordia hace crecer las pequeñas cosas, la discordia arruina las grandes.
Por la armonía los estados pequeños se hacen grandes, mientras que la discordia destruye los más poderosos imperios.
Es hermoso servir a la patria con hechos, y no es absurdo servirla con palabras.
Los buenos son más sospechosos a los tiranos que los malos; la virtud ajena siempre les resulta temible
Querer las mismas cosas, y no querer las mismas cosas están en el fondo de la verdadera amistad