El ojo recibe de la belleza pintada el mismo placer que de la belleza real.
La belleza complace los ojos; la dulzura encadena el alma.
Cada cosa tiene su belleza, pero no todos pueden verla.
La belleza es ese misterio hermoso que no descifran ni la psicología ni la retórica.
¿No ves tú que, entre las humanas bellezas, un bellísimo rostro detiene a los transeúntes mejor que las riquezas que lo encuadran?
El amor es un hombre y una mujer que están de acuerdo en un punto, y en desacuerdo en todos los demás.
Hay dos maneras de conseguir la felicidad; una, hacerse el idiota; otra, serlo.
Todos los hombre que no tienen nada importante que decir, hablan a gritos.
Cuando el trabajo no constituye una diversión, hay que trabajar lo indecible para divertirse.
Por severo que sea un padre juzgando a su hijo, nunca es tan severo como un hijo juzgando a su padre.