Nuestra felicidad se hace a veces con las cosas que desdeñamos.
Todas las familias felices se parecen entre si, las infelices son desgracias en su propia manera.
La falsa felicidad vuelve duros y soberbios a los hombres, y no se comunica a otros. La felicidad verdadera los torna dulces y sensibles, y halla siempre manera de hacer nuevos participantes de ella.
Es menester, en cuanto esto sea posible, que fundamentéis la felicidad en vosotros mismos, y que encontréis en vuestro ser el equivalente de los bienes que la fortuna os ha rehusado.
Si nos bastase con ser felices, pronto lo conseguiríamos; pero queremos ser más felices que los demás, y ello es muy difícil, tanto más cuanto que consideramos a aquéllos mucho más felices de lo que en realidad son.
¿Quieres ser rico? Pues no te afanes en aumentar tus bienes, sino en disminuir tu codicia.
Juzgamos mejores que los placeres muchos dolores porque se consigue para nosotros un placer mayor
Nada es suficiente para quien poco es lo suficiente
La manía de hablar siempre y sobre toda clase de asuntos es una prueba de ignorancia y de mala educación, y uno de los grandes azotes del trato humano
El placer es el bien primero. Es el comienzo de toda preferencia y de toda aversión. Es la ausencia del dolor en el cuerpo y la inquietud en el alma