Aprecio al dinero más que a todas aquellas cosas que el dinero puede dar, pero menos que a las cosas que no podrán nunca alcanzarse con el dinero y que son las más excelentes aun en esta misera vida.
Una recta economía nunca se olvida de que no siempre es posible ahorrar; quien pretende economizar siempre, está perdido aun moralmente.
Gastamos dinero que no tenemos, en cosas que no necesitamos, para impresionar a gente a la que no le importamos.
El dinero lo ganan todos aquellos que, con paciencia y fina observación, van detrás de los que lo pierden.
Somos gente extraña. Nos pasamos la vida haciendo cosas que detestamos con objeto de ganar dinero para comprar cosas que no necesitamos e impresionar a personas que no nos caen bien.
Nadie está libre de decir estupideces, lo malo es decirlas con énfasis.
El signo más cierto de la sabiduría es la serenidad constante.
Mil rutas se apartan del fin elegido, pero hay una que llega a él.
Los libros son el mejor viático que he encontrado para este humano viaje.
Es preciso prestarse a los otros, pero no darse sino a uno mismo.