Pensar es buscar claros en un bosque.
Es muy importante acostumbrarse a pedir aclaraciones al otro, a preguntarle detalles, a invitarle a definir sus tesis con precisión. Así, a la vez que se aprende a escuchar se ayuda a pensar al otro.
Pienso, luego existo.
Pensar es el trabajo más difícil que existe. Quizá sea esta la razón por la que tan pocas personas lo practican.
Quien no quiere pensar es un fanático; quien no puede pensar es un idiota; quien no osa pensar es un cobarde.
Nuestro gran error es intentar obtener de cada uno en particular las virtudes que no tiene, y desdeñar el cultivo de las que posee.
El amor y la locura son los motores que hacen andar la vida.
Exageráis la hipocresía de los hombres. La mayoría piensa demasiado poco para permitirse el lujo de poder pensar doble.
Hay que escuchar a la cabeza, pero dejar hablar al corazón.
El descuido es un sucedáneo de la mentira.