Prefiero los malvados a los imbéciles. Aquéllos, al menos, dejan algún respiro.
El mundo no está amenazado por las malas personas, sino por aquellas que permiten la maldad.
La maldad no es algo sobrehumano, es algo menos que humano.
Cuando mejor es uno, tanto más difícilmente llega a sospechar de la maldad de los otros.
El recuerdo del mal pasado es alegre.
Soñar en teoría, es vivir un poco, pero vivir soñando es no existir.
Nadie debe cometer la misma tontería dos veces, la elección es suficientemente amplía.
Nunca las noticias son malas para los elegidos de Dios.
El hombre está condenado a ser libre.
Trata de amar al prójimo. Ya me dirás el resultado.