Las dichas y las desdichas suelen andar tan juntas, que tal vez no hay un medio que las divida: andan el pesar y el placer tan aparejados, que es simple el triste que se desespera y alegre el que se confía.
Cuando la tripulación y el capitán están cordialmente compenetrados, es preciso un temporal y más que un temporal para lanzar la nave contra la tierra.
Aparta la imaginación de los sucesos adversos que te podrán venir; que el peor de todos es la muerte, y como ésta sea buena, el mejor de todos es morir.
Si quieres inmunizarte contra la adversidad, suplica a los dioses invisibles que con tu felicidad mezclen también sufrimiento.
Suceda lo que suceda, aun en los días más borrascosos, las horas y el tiempo pasan.
Os digo que vamos a cortarle la cabeza con la corona sobre ella
Se trata de un justo juicio de Dios sobre esos miserables bárbaros, que han ensangrentado sus manos con tanta sangre inocente
No soy ni heredero ni ejecutor de Charles Stuart
Unos pocos hombres honestos son mejores que los números
La necesidad no tiene ley