El saber es la única propiedad que no puede perderse.
No se puede desatar un nudo sin saber cómo está hecho.
Vale más saber alguna cosa de todo, que saberlo todo de una sola cosa.
Es detestable esa avaricia espiritual que tienen los que sabiendo algo, no procuran la transmisión de esos conocimientos.
Cada día sabemos más y entendemos menos.
Las bases indispensables de la sociedad son el ocio y el lujo.
La ambición jamás se detiene, ni siquiera en la cima de la grandeza.
El agua, el aire y la limpieza son los principales productos de mi farmacia.
El tonto tiene una gran ventaja sobre el hombre de ingenio: a diferencia de éste, siempre está contento de sí mismo.
De lo sublime a lo ridículo no hay más que un paso.