Prefiero los malvados a los imbéciles. Aquéllos, al menos, dejan algún respiro.
El mundo no está amenazado por las malas personas, sino por aquellas que permiten la maldad.
La maldad no es algo sobrehumano, es algo menos que humano.
Cuando mejor es uno, tanto más difícilmente llega a sospechar de la maldad de los otros.
El recuerdo del mal pasado es alegre.
Quien no sabe mostrarse cortés, va al encuentro de los castigos de la soberbia.
Si tienes el arco siempre tenso, muy pronto lo romperás
Un hombre de experiencia sabe más que un adivino
No mires lo que fuimos; mira lo que somos
El hombre instruido lleva en sí mismo sus riquezas