No hay camino para la paz; la paz es el camino.
Bienaventurados los pacíficos, porque ellos serán llamados los Hijos de Dios.
La paz no se escribe con letras de sangre, sino con la inteligencia y el corazón.
La paz comienza con una sonrisa.
Que tu pensamiento no rebase el tiempo presente; he aquí el secreto de la paz.
Se apoyaron sus brazos sobre la mesa y la rubia cabeza se desplomó pesadamente sobre ellos. Una mirada más de eterna despedida y se cerró la puerta tras de mí. Había empezado a abrirse entre nosotros el inmenso abismo de la separación
El silencio es seguro
Nuestras palabras son gigantes cuando nos hacen daño, y enanos cuando nos hacen un servicio
Siempre he mantenido que existe un fenómeno importante en la sociedad moderna: la enorme prosperidad de bobos
Siempre he tenido la opinión anticuada de que el objeto principal de la obra de ficción debe ser contar una historia