El saber es la única propiedad que no puede perderse.
No se puede desatar un nudo sin saber cómo está hecho.
Vale más saber alguna cosa de todo, que saberlo todo de una sola cosa.
Es detestable esa avaricia espiritual que tienen los que sabiendo algo, no procuran la transmisión de esos conocimientos.
Cada día sabemos más y entendemos menos.
El arte de agradar es el arte de engañar.
La soledad es al espíritu lo que la dieta al cuerpo.
Quien todo sabe sufrir, a todo puede atreverse.
Pasión más viva que la amistad es el odio.
La conciencia es la más variable de todas las reglas