Una triple bendición son nuestros amigos: vienen, se quedan y se van.
El amigo debe ser como la sangre, que acude a la herida sin esperar que lo llamen.
Si quieres hallar en cualquier lado amistad, dulzura y poesía, llévalas contigo.
De ningun bien se goza en la posesión, sin un compañero.
En la prosperidad nuestros amigos nos conocen; en la adversidad los conocemos a ellos.
Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol.
Si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habré vivido en vano.
Todavía tengo el sueño de que un día, cada hombre de este país, cada hombre de color en el mundo entero, será juzgado por su valor personal y no por el color de su piel.
Nuestras vidas comienzan a terminarse el día que nos quedamos en silencio respecto a las cosas que importan.
Si no puedes volar entonces corre, si no puedes correr entonces camina, si no puedes caminar entonces arrástrate, pero sea lo que hagas, sigue moviéndote hacia adelante.