Dicen que el hombre no es hombre mientras no oye su nombre de labios de una mujer.
La mujer tiene un solo camino para superar en méritos al hombre: ser cada día más mujer.
En todo momento de mi vida hay una mujer que me lleva de la mano en las tinieblas de una realidad que las mujeres conocen mejor que los hombres y en las cuales se orientan mejor con menos luces.
Viste vulgar y sólo verán el vestido, viste elegante y verán a la mujer
El perfume anuncia la llegada de una mujer y alarga su marcha
Soy agradecido. Las suaves almohadas no me han dado sino plácidos sueños, enervantes apreciaciones de la vida. Hacía falta a mi voluntad tu agria dureza
¡Cómo lucha mi amor por asirte! Más si es duro tener que alejarte, ¡mis palabras no deben herirte si mis besos no pueden curarte!
El mundo moderno, al dar rienda suelta a la emoción sólo ha conseguido vulgarizarla. Lo que necesitamos es el dominio clásico
Cuando agitas tu cendal, sueño eterno de Martí, tal emoción siento en mí, ¡que indago al celeste velo si en ti se prolonga el cielo o el cielo surge de ti!
Nada diré que sea mentira; iré sobre la claridad, como una espiga al viento, hacia la eternidad