A todo hombre le es concedido conocerse a sí mismo y meditar sabiamente.
Pensar es como vivir dos veces.
El sabio no se sienta para lamentarse, sino que se pone alegremente a su tarea de reparar el daño hecho.
Lo que sabemos es una gota de agua, lo que ignoramos es el océano.
Pueden diluirse en el espacio y el tiempo, y mañana veremos.
El hombre que ha cometido un error y no lo corrige comete otro error mayor.
Cada cosa tiene su belleza, pero no todos pueden verla.
El hombre superior es persistente en el camino cierto y no sólo persistente.
Cuando veas un hombre bueno, trata de imitarle; cuando veas a uno malo, examínate a ti mismo.
Los vicios vienen como los pasajeros, nos visitan como húespedes y se quedan como amor.