El hombre es mortal por sus temores e inmortal por sus deseos.
Si el hombre alcanzara la mitad de los deseos que tiene, redoblaría sus inquietudes.
Amor y deseo son dos cosas diferentes; que no todo lo que se ama se desea, ni todo lo que se desea se ama.
Los deseos deben obedecer a la razón.
Sólo es inmensamente rico aquel que sabe limitar sus deseos.
La historia, dijo Stephen, es una pesadilla de la que intento despertar.
Un hombre de genio no se equivoca. Sus errores son los umbrales del descubrimiento.
Me dan miedo esas grandes palabras que nos hacen tan infelices.
La poesía es emoción puesta en movimiento. La emoción debe venir por su propia naturaleza, pero la medida puede ser adquirida por el arte
Los hombres se rigen por las líneas de intelecto, las mujeres por las curvas de la emoción