Una triple bendición son nuestros amigos: vienen, se quedan y se van.
El amigo debe ser como la sangre, que acude a la herida sin esperar que lo llamen.
Si quieres hallar en cualquier lado amistad, dulzura y poesía, llévalas contigo.
De ningun bien se goza en la posesión, sin un compañero.
En la prosperidad nuestros amigos nos conocen; en la adversidad los conocemos a ellos.
Es sincero el dolor del que llora en secreto
Ponerse a vivir hoy ya es tarde: el sabio ha comenzado ayer
Más triste que la muerte es la manera de morir
Es vivir dos veces el poder disfrutar de la vida pasada