Educar no es dar carrera para vivir, sino templar el alma para las dificultades de la vida.
Hay estudiantes que no aprenden a distinguir lo que es importante sino hasta mucho después de haber dejado la escuela.
Los hombres inteligentes quieren aprender, los demás, enseñar.
Nunca consideres el estudio como un deber, sino como una oportunidad para penetrar en el maravilloso mundo del saber.
Lo he dicho en otras oportunidades y lo reafirmo: la búsqueda de una vida más humana debe comenzar por la educación.
Un hombre perezoso es un reloj sin cuerda.
El corazón necesita amar. Celestial o terrenal, ha de amar algún objeto, y es vano luchar contra esta ley.
La llama de la vida ha de consumir algo. Si la dejamos encerrada, ociosa, en nuestro interior, nos devora a nosotros mismos.
Un hombre con pereza es un reloj sin cuerda.
No es muy dificil atacar las opiniones ajenas, pero sí el sustentar las propias: porque la razón humana es tan débil para edificar, como formidable ariete para destruir.