La vida no merece que uno se preocupe tanto.
El procedimiento más seguro de hacernos más agradable la vida es hacerla agradable a los demás.
La vida es un aprendizaje para someternos a constantes renunciaciones, al fracaso continuado de nuestras pretensiones, de nuestras esperanzas, de nuestras facultades, de nuestra felicidad.
La vida resulta deliciosa, horrible, encantadora, espantosa, dulce, amarga; y para nosotros lo es todo.
Vida sin fiestas es como largo camino sin posadas.
¿Por qué contentarnos con vivir a rastras cuando sentimos el anhelo de volar?
Las cosas más bellas y mejores en el mundo, no pueden verse ni tocarse pero se sienten en el corazón.
Las personas no pueden ser desarrolladas en la sencillez y el silencio. Solo a través de probarse a si mismo y la experiencia del sufrimiento, puede ser el espíritu fortalecido, la ambición inspirada y el éxito conseguido
¡Qué interesantes y encantadores son los juegos del cielo, el agua y la tierra..., precioso espejo donde se refleja ese otro mundo más alto que es la meta de nuestra fe y sueños!
Aprovecha al máximo cada sentido, disfruta de todas las facetas del placer y de la belleza que el mundo te revela