Es muy difícil hacer compatibles la política y la moral.
La libertad política implica la libertad de expresar la opinión política que uno tenga, oralmente o por escrito, y un respeto tolerante hacia cualquier otra opinión individual.
La más estricta justicia no creo que sea siempre la mejor política.
La política es el campo de trabajo para ciertos cerebros mediocres.
Mi ideal político es el democrático. Cada uno debe ser respetado como persona y nadie debe ser divinizado.
En atención a que no tengo gran memoria, circunstancia que no deja de contribuir a esta especie de felicidad que dentro de mí mismo me he formado...
Los amores más duraderos son aquellos en que uno de los dos amantes es extraordinariamente celoso.
El talento no ha de servir para saberlo y decirlo todo, sino para saber lo que se ha de decir de lo que se sabe.
Es más fácil negar las cosas que enterarse de ellas.
En punto a amores tengo otra superstición: imagino que la mayor desgracia que a un hombre le puede suceder es que una mujer le diga que le quiere.