El hambre espía en la casa de los pobres, pero si la habitan personas trabajadoras, no se atreve a entrar.
El camino hacía la riqueza depende fundamentalmente de dos palabras: trabajo y ahorro.
El obrero tiene más necesidad de respeto que de pan.
Si todo el año fuese fiesta, divertirse sería más aburrido que trabajar.
El trabajo aleja de nosotros tres grandes males: el aburrimiento, el vicio y la necesidad.
La derrota comienza con el temor de que uno ha perdido
En el momento en que comienzas a tener dudas, el suelo bajo tus pies empieza a temblar
La soledad es un infierno para los que intentan salir de ella; es también una felicidad para los ermitaños que se esconden
Es un perro peligroso el que no ladra
La libertad no consiste sólo en seguir la propia voluntad, sino también a veces en huir de ella