Los libros han ganado más batallas que las armas.
Para viajar lejos, no hay mejor nave que un libro.
Los libros sólo tienen valor cuando conducen a la vida y le son útiles.
Es un buen libro aquel que se abre con expectación y se cierra con provecho.
Los libros son compañeros, maestros, magos y banqueros de los tesoros de la mente.
La falsa felicidad vuelve duros y soberbios a los hombres, y no se comunica a otros. La felicidad verdadera los torna dulces y sensibles, y halla siempre manera de hacer nuevos participantes de ella.
Si nos bastase con ser felices, pronto lo conseguiríamos; pero queremos ser más felices que los demás, y ello es muy difícil, tanto más cuanto que consideramos a aquéllos mucho más felices de lo que en realidad son.
Cuando el infortunio se generaliza en un país, se hace universal el egoísmo. La mayoría de las desgracias son peores como amenaza que como realidad.
Feliz el pueblo cuya historia se lee con aburrimiento.
Cuando un gobierno dura mucho tiempo se descompone poco a poco y sin notarlo.