A todo hombre le es concedido conocerse a sí mismo y meditar sabiamente.
Pensar es como vivir dos veces.
El sabio no se sienta para lamentarse, sino que se pone alegremente a su tarea de reparar el daño hecho.
Saber que se sabe lo que se sabe y que no se sabe lo que no se sabe; he aquí el verdadero saber.
Pueden diluirse en el espacio y el tiempo, y mañana veremos.
La naturaleza es verdaderamente coherente y confortable consigo misma.
Lo que sabemos es una gota de agua; lo que ignoramos es el océano.
Si he hecho descubrimientos invaluables ha sido más por tener paciencia que cualquier otro talento.
Los hombres construimos demasiados muros y no suficientes puentes.
La unidad es la variedad, y la variedad en la unidad es la ley suprema del universo.