Aprecio al dinero más que a todas aquellas cosas que el dinero puede dar, pero menos que a las cosas que no podrán nunca alcanzarse con el dinero y que son las más excelentes aun en esta misera vida.
Una recta economía nunca se olvida de que no siempre es posible ahorrar; quien pretende economizar siempre, está perdido aun moralmente.
Gastamos dinero que no tenemos, en cosas que no necesitamos, para impresionar a gente a la que no le importamos.
El dinero lo ganan todos aquellos que, con paciencia y fina observación, van detrás de los que lo pierden.
Somos gente extraña. Nos pasamos la vida haciendo cosas que detestamos con objeto de ganar dinero para comprar cosas que no necesitamos e impresionar a personas que no nos caen bien.
Más que un dolor para el mal que hemos causado, nuestro arrepentimiento es un temor del mal que nos pueda suceder
Mayor pereza invade nuestro espíritu que nuestro corazón
Cuando no se encuentra descanso en uno mismo, es inútil buscarlo en otra parte
Para saber bien las cosas, hay que conocerlas con todo detalle; y como los detalles son casi infinitos, nuestros conocimientos son siempre superficiales e imperfectos
La sinceridad es una efusión del corazón. Muy pocos la tienen; y la que ordinariamente vemos no es sino un refinado disimulo para ganar la confianza de los demás