Dios que nos dio la vida no dio la libertad al mismo tiempo.
Nadie es libre. Hasta los pájaros están encadenados al cielo.
La libertad está sujeta a todos los accidentes y limitaciones, desviaciones y parcialidades de la historia.
Muéstrate a ti mismo a tu más profundo miedo; después de eso, el miedo ya no tiene poder y eres libre.
La libertad es la capacidad de construir una vida basada en el amor y no en un sistema.
Un hombre perezoso es un reloj sin cuerda.
El corazón necesita amar. Celestial o terrenal, ha de amar algún objeto, y es vano luchar contra esta ley.
La llama de la vida ha de consumir algo. Si la dejamos encerrada, ociosa, en nuestro interior, nos devora a nosotros mismos.
Un hombre con pereza es un reloj sin cuerda.
No es muy dificil atacar las opiniones ajenas, pero sí el sustentar las propias: porque la razón humana es tan débil para edificar, como formidable ariete para destruir.