La gente tiene más temor a la muerte que al dolor. Es extraño que ellos teman a la muerte. La vida duele mucho más que la muerte. Cuando la muerte llega, el dolor termina.
¿Qué es más fuerte que la esperanza? La muerte. ¿Qué es más fuerte que la voluntad? La muerte. ¿Más fuerte que el amor? La muerte. ¿Más fuerte que la vida? La muerte. Pero, ¿qué es más fuerte que la muerte? Yo, evidentemente.
Yo no le temo a la muerte, es la apuesta que se pone para jugar al juego de la vida.
La muerte no llega más que una vez, pero se hace sentir en todos los momentos de la vida.
La tristeza de la separación y de la muerte es el más grande de los engaños.
A veces cuando una persona no está presente, el mundo entero parece despoblado.
El pasado y el porvenir, esas dos mitades de la vida, una de las cuales dice jamás, y la otra siempre.
A menudo el sepulcro encierra, sin saberlo, dos corazones en un mismo ataúd.
La crítica es la fuerza del impotente.
Sólo el egoísmo y el odio tienen patria. ¡La fraternidad no la tiene!