Una triple bendición son nuestros amigos: vienen, se quedan y se van.
El amigo debe ser como la sangre, que acude a la herida sin esperar que lo llamen.
Si quieres hallar en cualquier lado amistad, dulzura y poesía, llévalas contigo.
De ningun bien se goza en la posesión, sin un compañero.
En la prosperidad nuestros amigos nos conocen; en la adversidad los conocemos a ellos.
Prestad auxilio si queréis hallarlo.
La traición, aun soñada, es detestable.
Así frecuentemente el hombre se deslumbra con lo hermoso; elige lo aparente, abrazando tal vez lo más dañoso; pero escarmiente ahora en tal cabeza. El útil bien es la mejor belleza
El mérito aparente es digno de desprecio; la virtud solamente es del hombre el ornato verdadero
Es el peor enemigo el que aparenta no poder causar daño, porque intenta, inspirando confianza, asegurar su golpe de venganza