La vida no merece que uno se preocupe tanto.
El procedimiento más seguro de hacernos más agradable la vida es hacerla agradable a los demás.
La vida es un aprendizaje para someternos a constantes renunciaciones, al fracaso continuado de nuestras pretensiones, de nuestras esperanzas, de nuestras facultades, de nuestra felicidad.
La vida resulta deliciosa, horrible, encantadora, espantosa, dulce, amarga; y para nosotros lo es todo.
Vida sin fiestas es como largo camino sin posadas.
Es locura manifiesta vivir precariamente para poder morir rico.
El hombre feliz es más raro que un cuervo blanco.
La integridad del hombre se mide por su conducta, no por sus profesiones.
Haz de manera que seas tú admirado y no lo que te pertenece.
El mayor crimen es preferir la vida al honor y, por vivir la vida, perder la razón de vivir.