La vida no merece que uno se preocupe tanto.
El procedimiento más seguro de hacernos más agradable la vida es hacerla agradable a los demás.
La vida es un aprendizaje para someternos a constantes renunciaciones, al fracaso continuado de nuestras pretensiones, de nuestras esperanzas, de nuestras facultades, de nuestra felicidad.
La vida resulta deliciosa, horrible, encantadora, espantosa, dulce, amarga; y para nosotros lo es todo.
Vida sin fiestas es como largo camino sin posadas.
El hombre dice de Dios aquello que cree de sí mismo.
Cuanto más crece nuestro conocimiento de los buenos libros, tanto más disminuye el círculo de los hombres cuya compañía nos resulta ingrata.
No ser nada y no amar nada, es lo mismo.
La moral que no tiene por objeto la felicidad es una palabra vacía de sentido
Las verdades más sencillas son aquellas a las que el hombre llega más tarde