La gente tiene más temor a la muerte que al dolor. Es extraño que ellos teman a la muerte. La vida duele mucho más que la muerte. Cuando la muerte llega, el dolor termina.
¿Qué es más fuerte que la esperanza? La muerte. ¿Qué es más fuerte que la voluntad? La muerte. ¿Más fuerte que el amor? La muerte. ¿Más fuerte que la vida? La muerte. Pero, ¿qué es más fuerte que la muerte? Yo, evidentemente.
Yo no le temo a la muerte, es la apuesta que se pone para jugar al juego de la vida.
La muerte no llega más que una vez, pero se hace sentir en todos los momentos de la vida.
La tristeza de la separación y de la muerte es el más grande de los engaños.
Un optimista es el que cree que todo tiene arreglo. Un pesimista es el que piensa lo mismo, pero sabe que nadie va a intentarlo.
La religión sirve para ayudarnos y consolarnos ante unos problemas que no tendríamos si no existiese la religión.
Los amigos son para las ocasiones, salvo en determinados círculos político-económicos, en los que las ocasiones son para los amigos.
Gracias a la guerra uno no sólo puede morir por sus ideales, sino que incluso puede morir por los ideales de otro.
La caridad es la única virtud que precisa de la injusticia