La vida no merece que uno se preocupe tanto.
El procedimiento más seguro de hacernos más agradable la vida es hacerla agradable a los demás.
La vida es un aprendizaje para someternos a constantes renunciaciones, al fracaso continuado de nuestras pretensiones, de nuestras esperanzas, de nuestras facultades, de nuestra felicidad.
La vida resulta deliciosa, horrible, encantadora, espantosa, dulce, amarga; y para nosotros lo es todo.
Vida sin fiestas es como largo camino sin posadas.
El que sabe conocerse a sí mismo es dueño de sí
El tiempo se va, el tiempo se va, señora, no el tiempo, sino nosotros nos vamos...
Florece hoy lo que mañana se marchitará, se marchita hoy lo que mañana florecerá