La vida no merece que uno se preocupe tanto.
El procedimiento más seguro de hacernos más agradable la vida es hacerla agradable a los demás.
La vida es un aprendizaje para someternos a constantes renunciaciones, al fracaso continuado de nuestras pretensiones, de nuestras esperanzas, de nuestras facultades, de nuestra felicidad.
La vida resulta deliciosa, horrible, encantadora, espantosa, dulce, amarga; y para nosotros lo es todo.
Vida sin fiestas es como largo camino sin posadas.
La paciencia y el tiempo hacen más que la fuerza y la violencia.
Engañar al que engaña es doblemente entretenido.
La mayor desgracia es merecer la desgracia.
Ningún camino de flores conduce a la gloria.
A menudo encontramos nuestro destino por los caminos que tomamos para evitarlo.