Las grandes aflicciones jamás han enseñado, y mientras dure el mundo jamás enseñarán ninguna buena lección a parte alguna de la humanidad. Las miserias extremas, igual que las más grandes dichas, dejan ciegos a los hombres.
¿Alguna vez has visto la mirada de un perro abandonado en la calle? Si lo has hecho, habrás conocido la tristeza en toda su plenitud.
Se oscurece el sol al mediodía y enmudece la música del alba cuando hay tristeza en el corazón.
La tristeza no es, en muchos casos, sino la forma más refinada de la hipocresía.
La tristeza ocupa siempre lo interior de las alegrías del hombre.
Aunque los científicos digan otra cosa, si quitamos lo sobrenatural de la vida, dejamos sólo lo no natural
Cuando los hombres se hacen los brutos es sólo para que los tratemos como bestias
La vejez es el veredicto de la vida
Pero el poder del amante es el poder del poeta. Podemos hacer el amor de todas las cadenas comunes con los que se encadenan en este mundo
Pero, ¿qué sabemos del corazón más cerano al nuestro? ¿Qué sabemos de nuestro propio corazón