Saber envejecer es la obra maestra de la cordura y una de las partes más difíciles del gran arte de vivir.
Vieja madera para arder, viejo vino para beber, viejos amigos en quien confiar, y viejos autores para leer.
La edad madura es aquella en la que todavía se es joven, pero con mucho más esfuerzo.
Envejecer es como escalar una gran montaña: mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena.
¡Envejece conmigo! Lo mejor está aún por llegar.
Aunque los científicos digan otra cosa, si quitamos lo sobrenatural de la vida, dejamos sólo lo no natural
No hay rincón muy tranquilo, o demasiado lejos, para que una mujer tome la tristeza en él
Cuando los hombres se hacen los brutos es sólo para que los tratemos como bestias
Pero el poder del amante es el poder del poeta. Podemos hacer el amor de todas las cadenas comunes con los que se encadenan en este mundo
Pero, ¿qué sabemos del corazón más cerano al nuestro? ¿Qué sabemos de nuestro propio corazón