No tenemos que adquirir la humildad. La humildad está en nosotros, lo que pasa es que nos humillamos delante de falsos dioses.
La humildad es la madre, la raíz, la fuente nutricia, el fundamento, el vínculo con todas las demás virtudes.
Ser humilde para con los superiores es un deber; para con los iguales, una muestra de cortesía; para con los inferiores, una prueba de nobleza.
La humildad, que no abunda entre los doctos, aún es menos frecuente entre los ignorantes.
Cuando no hay humildad, las personas se degradan.
¡Eres muy grande! Eres un hombre feliz, con lo cual vas a dar felicidad y alegría a muchas otras personas. ¡No hay nada mejor o mayor que eso
¡Arte! ¿Quién lo comprende? ¿Con quién se puede consultar acerca de este gran dios
Amigos aplaudid, que la comedia ha terminado
Beethoven puede escribir música, gracias a Dios, pero él no puede hacer nada más en el mundo
Un gran poeta es la joya más preciada de una nación