El éxito es fácil de obtener. Lo difícil es merecerlo.
Para obtener éxito en el mundo hay que parecer loco y ser sabio.
El éxito es sólo la mitad de bonito cuando no hay nadie que nos envidie.
El éxito consiste en obtener lo que se desea. La felicidad, en disfrutar lo que se obtiene.
El éxito consiste en ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo.
El peor pecado contra el prójimo no consiste en odiarle, sino en mirarle con indiferencia. Ésta es la esencia de la humanidad.
El amor hay que pedirlo. Es como un espíritu que no puede hablar antes de que se le haya dirigido la palabra. Todo amor en el mundo está deseando hablar, pero no se atreve porque es tímido, tímido, tímido. Esa es la tragedia de la vida.
Este es el verdadero disfrute de la vida; el ser utilizado para un fin que uno mismo reconoce como realmente valioso; ser una fuerza de la naturaleza en vez de un pequeño atado, febril y egoísta, de males y de quejas de que el mundo no se va a dedicar a hacerlo a uno feliz.
El hombre que escucha la razón está perdido. La razón esclaviza a todos los que no son bastante fuertes para dominarla.
El dinero no es nada, pero mucho dinero, eso ya es otra cosa.