Los animales son buenos amigos, no hacen preguntas y tampoco critican.
Un país, una civilización se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales.
El hombre ha hecho de la Tierra un infierno para los animales.
Una de las glorias de la civilización sería el haber mejorado la suerte de los animales.
Algún día la humanidad será juzgada por haber encerrado a los primates en zoológicos.
Cuando una puerta de felicidad se cierra, otra se abre. Pero con frecuencia miramos tanto a la puerta cerrada que no somos capaces de ver la puerta que se ha abierto frente a nosotros.
El mundo está lleno de sufrimiento pero también de superación del mismo.
No hay rey que no haya tenido un esclavo entre sus antepasados, ni esclavo que no haya tenido un rey entre los suyos.
No es posible que la civilización fluya hacia atrás mientras que hay juventud en el mundo. Los jóvenes pueden ser testarudos, pero van a hacer avanzar este mundo
La herejía de una época se convierte en la ortodoxia de la siguiente