Saber envejecer es la obra maestra de la cordura y una de las partes más difíciles del gran arte de vivir.
Vieja madera para arder, viejo vino para beber, viejos amigos en quien confiar, y viejos autores para leer.
La edad madura es aquella en la que todavía se es joven, pero con mucho más esfuerzo.
Envejecer es como escalar una gran montaña: mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena.
¡Envejece conmigo! Lo mejor está aún por llegar.
Mucho antes de que la historia comenzara para nosotros, los hombres se unieron al margen de las mujeres y hacían cosas. Tuvimos tiempo
Hay, oculta u ostentosa, una espada entre los sexos hasta que un completo matrimonio los reconcilia
Con la posible excepción del Ecuador, todo comienza en alguna parte
A veces me pregunto si todos los placeres no son sustitutos de la alegría
Es mucho más fácil orar por una ánima que ir a ver una