El hombre que no sufre es una máquina mal compuesta, una criatura defectuosa, un mutilado moral, un aborto de la naturaleza.
En algún lugar del alma se extienden los desiertos de la pérdida, del dolor fermentado; oscuros páramos agazapados tras los parajes de los días.
Quien sabe de dolor, todo lo sabe.
Hay dolores que matan: pero los hay más crueles, los que nos dejan la vida sin permitirnos jamás gozar de ellas.
El dolor que no se desahoga con lágrimas puede hacer que sean otros órganos los que lloren.
Mucho antes de que la historia comenzara para nosotros, los hombres se unieron al margen de las mujeres y hacían cosas. Tuvimos tiempo
Hay, oculta u ostentosa, una espada entre los sexos hasta que un completo matrimonio los reconcilia
Con la posible excepción del Ecuador, todo comienza en alguna parte
A veces me pregunto si todos los placeres no son sustitutos de la alegría
Es mucho más fácil orar por una ánima que ir a ver una