La fe en que no hay acontecimiento feliz o desgraciado al que no podamos dar un sentido enderezándolo al bien, me ha acompañado siempre y me sigue acompañando, y no estoy dispuesto a renunciar a ella, ni para mí ni para los demás.
La fe se refiere a cosas que no se ven, y la esperanza, a cosas que no están al alcance de la mano.
Se puede hacer muy poco sólo con fe, no puede hacerse nada sin ella.
Aquel que tiene fe no está nunca solo.
El hombre que tiene fe ha de estar preparado, no sólo a ser mártir, sino a ser un loco.
Una cosa moderadamente buena no es tan buena como debería ser. La moderación como actitud es una virtud, pero la moderación por principio es siempre un vicio.
Una mala causa será defendida siempre con malos medios y por hombres malos.
Todos los gobiernos monárquicos son militaristas. La guerra es su industria; el saqueo, sus objetivos. Mientras sigan existiendo tales gobiernos, la paz no estará segura un solo día
Mi patria es el mundo, y mi religión hacer el bien
El verdadero hombre sonríe ante los problemas, recoge la fuerza de la angustia y crece con la reflexión