Entre las cualidades más esenciales del espíritu humano está la confianza en uno mismo y el crear confianza en los demás.
La confianza, como el arte, nunca proviene de tener todas las respuestas, sino de estar abierto a todas la preguntas.
La confianza ha de darnos la paz. No basta la buena fe, es preciso mostrarla, porque los hombres siempre ven y pocas veces piensan.
Confianza es el sentimiento de poder creer a una persona incluso cuando sabemos que mentiríamos en su lugar.
Nuestro ánimo se inclina a confiar en aquellos a quienes no conocemos por esta razón: porque todavía no nos han traicionado.
El escritor es el ingeniero del alma humana
Si la oposición se desarma, bien y bueno. Si se niega a deponer las armas, lo vamos a desarmar a nosotros mismos
Si algún ministro extranjero empieza a defender hasta la muerte una conferencia de paz, usted puede estar seguro de que su Gobierno ya ha puesto a sus órdenes nuevos acorazados y aviones
No se puede hacer una revolución con guantes de seda
La historia demuestra que no hay ejércitos invencibles