La corona de laurel, donde quiera que aparece, es señal de sinsabores más que de felicidad.
La gloria de los grandes hombres debe medirse siempre por los medios que han empleado para adquirirla.
Siempre hay un lugar en las cumbres para el hombre valiente y esforzado.
Ningún camino de flores conduce a la gloria.
Cuando más grande es vuestra gloria, más cerca estáis de vuestra declinación.
Las grandes masas sucumbirán más fácilmente a una gran mentira que a una pequeña.
Las palabras construyen puentes hacia las regiones inexploradas
El que encienda la antorcha de la guerra en Europa no puede desear nada más que caos
¿Quién dice que no estoy bajo la protección especial de Dios
La educación universal es el veneno más corrosivo y desintegrante que el liberalismo ha inventado para su propia destrucción