El hambre espía en la casa de los pobres, pero si la habitan personas trabajadoras, no se atreve a entrar.
El camino hacía la riqueza depende fundamentalmente de dos palabras: trabajo y ahorro.
El obrero tiene más necesidad de respeto que de pan.
Si todo el año fuese fiesta, divertirse sería más aburrido que trabajar.
El trabajo aleja de nosotros tres grandes males: el aburrimiento, el vicio y la necesidad.
No todos los ojos cerrados duermen, ni todos los ojos abiertos ven.
¿Sabe quienes son los únicos que siempre están seguros acerca de la manera correcta de criar a los hijos? Aquellos que nunca han tenido hijos
Puedes convertir situaciones dolorosas en buenas a través de la risa. Si puedes aplicar el humor en todo, incluso la pobreza, puede superarse
Las mujeres no quieren escuchar lo que piensas. Las mujeres quieren escuchar lo que ellas piensan -con una voz más grave
Cuando te vuelvas senil, no lo sabrás