La vida no merece que uno se preocupe tanto.
El procedimiento más seguro de hacernos más agradable la vida es hacerla agradable a los demás.
La vida es un aprendizaje para someternos a constantes renunciaciones, al fracaso continuado de nuestras pretensiones, de nuestras esperanzas, de nuestras facultades, de nuestra felicidad.
La vida resulta deliciosa, horrible, encantadora, espantosa, dulce, amarga; y para nosotros lo es todo.
Vida sin fiestas es como largo camino sin posadas.
En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante, y detrás de cada noche, viene una aurora sonriente.
La poesía, queridos amigos, es la encarnación sagrada de una sonrisa.
Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes.
¿Qué diferencia hay entre nosotros, salvo un sueño inquieto que sigue mi alma, pero teme que vive cerca de ti
Elegimos nuestras alegrías y tristezas, mucho antes de que las experimentemos