No pudiendo cambiar los hombres, se cambian sin tregua las instituciones.
La ley es inexorable, como los perros: no ladra más que al que va mal vestido.
La ley suprema es el bien del pueblo.
La multitud de leyes frecuentemente presta excusas a los vicios.
Cuando los hombres son puros, las leyes son inútiles; cuando son corruptos, las leyes se rompen.
El hombre tiene que estimular el ánimo y el espíritu de la mujer para hacer de las relaciones sexuales algo interesante. El verdadero amante es el hombre que la emociona al tocarle la cabeza, sonreír o mirarla a los ojos.
El sexo forma parte de la naturaleza, y yo me llevo de maravilla con la naturaleza.
La vida es corta… sonríele a quien llora, ignora a quien te critica y sé feliz con quien te importa.
La imperfección es belleza. La locura es un genio y es mejor ser absolutamente ridículo a ser absolutamente aburrido.
En Hollywood te pueden pagar 1.000 dólares por un beso, pero sólo 50 centavos por tu alma.