Incluso si la contaminación fuese un riesgo para la vida humana, debemos recordar que la vida en la Naturaleza, sin tecnología, es un matadero al por mayor.
La naturaleza ha puesto en nuestras mentes un insaciable deseo de ver la verdad.
Sólo podemos dominar la naturaleza si la obedecemos.
La naturaleza es verdaderamente coherente y confortable consigo misma.
La proporción entre la obra humana y la naturaleza es la misma que media entre el hombre y dios.
No me siento obligado a creer que un dios que nos ha dotado de inteligencia, sentido común y raciocinio, tuviera como objetivo privarnos de su uso.
Las matemáticas son el alfabeto con el cual Dios ha escrito el Universo.
Digamos que existen dos tipos de mentes poéticas; una apta para inventar fábulas y otra dispuesta a creerlas.
La mayor sabiduría que existe es conocerse a uno mismo.
Nunca me he encontrado con alguien tan ignorante de quien no pudiese aprender algo.