Cuando se quiere ser agradable en sociedad es preciso resolverse a permitir que muchas cosas que sabemos nos sean enseñadas por personas que las ignoran.
Los hombres vulgares han inventado la vida de sociedad porque les es más fácil soportar a los demás que soportarse a sí mismos.
La sociedad está compuesta de dos grandes clases: los que tienen más comida que apetito y lo que tienen más apetito que comida.
La sociedad es como el aire, necesario para respirar, pero no suficiente para vivir.
A una colectividad se le engaña siempre mejor que a un hombre.
No me siento obligado a creer que un dios que nos ha dotado de inteligencia, sentido común y raciocinio, tuviera como objetivo privarnos de su uso.
Las matemáticas son el alfabeto con el cual Dios ha escrito el Universo.
Digamos que existen dos tipos de mentes poéticas; una apta para inventar fábulas y otra dispuesta a creerlas.
La mayor sabiduría que existe es conocerse a uno mismo.
Nunca me he encontrado con alguien tan ignorante de quien no pudiese aprender algo.